Por: Leopoldo Soto
La plataforma FreeTV, transmite en español y de manera gratuita las 24hrs, convirtiéndose en un valor de difusión de la cultura cinematográfica mexicana.
El cine nace en París gracias a los hermanos Lumière, el 28 de octubre de 1895, Gabriel Veyre, enviado de Lumière en México lo proyecta en Cd. de México el 14 de agosto de 1896, y Alva Edison en N.Y. en 1896.
Al desarrollarse el cine, en México se vive la llamada “Época de Oro” hacia 1930, llamada así por el auge del cine mexicano como industria, y desde luego como valor cultural; emergiendo casi a la par que en E.U., teniendo salas de exhibición en Latinoamérica y España.
Si bien el cine norteamericano aprendió a hablar el 6 de octubre de 1927, gracias a “El cantante de Jazz” de Alan Crossland, con Al Johnson; en México gracias a Joselito Rodríguez, el cine toma voz en 1931, con “Santa” de Antonio Moreno, con música de Agustín Lara, fotografiada por Alex Phillips, nacido en Ontario Canadá, recién llegado de Hollywood, apoyado por Mary Pickford, su madrina de Batallón tras haber combatido en la 1ª Guerra Mundial.
Así pues, contando con talento reconocido, un cine que ya se manejaba por franquicias de patente sonido, México despegó casi a la par que Hollywood, teniendo “voz propia”.
El muralismo florecía, Diego Rivera, Orozco y Siqueiros atrajeron al director de cine soviético Sergei Eiseinstein, y su cinefotógrafo Edward Tissé, cuya genialidad permeó en la generación de cineastas emergentes, como Chano Urueta, Emilio Fernández, Gabriel Figueroa, Roberto Gavaldón, y Alejandro Galindo, entre otros.
Comedias musicales campiranas que reflejaban identidad, como “Allá en el Rancho Grande” de Fernando de Fuentes, (1936), premiada por la fotografía de Figueroa en 1939, en Venecia. Más tarde “María Candelaria”, de Emilio Fernández obtendría un reconocimiento al proyectarse en 1946, en el 1º Festival de Cannes.
Así pues, con historias propias, avances técnicos y artísticos, el cine mexicano tomó un rumbo propio.
Aurora Bacquerie, V.P. de Adquisiciones de Olympusat, expresó la satisfacción, como mexicana, de integrar la diversidad de la riqueza de las culturas latinoamericanas a través del cine, con el idioma español en común, gratuitamente a 17 países*, las 24 horas, mediante la plataforma FreeT.V.
Tanto para computadoras como para teléfono móvil, mediante una sencilla aplicación, películas mexicanas impecablemente restauradas de esta gran época, como: “Víctimas del pecado” (1951) de Emilio “Indio Fernández”- quien, durante su estancia en Hollywood, sirvió de modelo a Cedric Gibbons (marido de Dolores del Rio) para la estatuilla del Oscar.
Roberto Gavaldón, primer mexicano nominado al Oscar por “Macario” (1958) está presente con “La Escondida” (1956), que recrea la época revolucionaria, maravillosamente fotografiada por Gabriel Figueroa, y con guion de José Revueltas. “Espaldas mojadas” (1955) de Alejandro Galindo, sobre la odisea de los inmigrantes a Estados Unidos, con gran contenido social. Joyas cinematográficas, impecablemente restauradas, clásicos que se pueden disfrutar gratuitamente.
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