En esta fase de emergencia, debido al brote del nuevo Coronavirus (COVID-19) y caracterizada por el largo tiempo que se pasa en el hogar, es particularmente importante ofrecer a los niños algunas actividades y juegos de movimiento.
El ejercicio físico, pensado como un juego, tiene un papel prioritario para la salud, en la edad de desarrollo y, además de ser divertido, contribuye a mejorar las condiciones de salud física y a promover el bienestar psicológico, funcional para lograr un crecimiento saludable.
Además, en la situación actual de emergencia, moverse todos los días también es una forma fácil y efectiva de disminuir el estrés y la frustración. Con el ejercicio físico, se liberan las tensiones acumuladas, aumentan las energías y el estado general de bienestar, mejora la calidad del sueño, la autoestima y la autoconfianza.
Por el contrario, pasar demasiadas horas frente al televisor, la computadora o los videojuegos tiene un efecto negativo en la salud psicofísica de los niños y jóvenes, con un mayor riesgo de: tener sobrepeso; trastornos osteoarticulares; alteración del sueño, comportamiento agresivo, irritabilidad; dificultad para concentrarse, prestar atención, comprender. Por lo tanto, una hora al día frente a las pantallas es más que suficiente.