Los Neurólogos frente a la COVID-19
Por: Dr. Guillermo Delgado García, Dra. Mayela Rodríguez Violante, Dra. Teresa Corona
De entrada, sería totalmente esperable preguntarse qué función podrían desempeñar los neurólogos durante esta contingencia sanitaria. A pesar de ello, y aunque resulte insospechado, en México, así como en el resto del mundo, la comunidad neurológica está jugando un papel muy activo en el manejo de la actual pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2.
La función de los neurólogos al frente de esta difícil batalla tiene al menos dos vertientes. La primera está en relación con las reconversiones hospitalarias que han sucedido alrededor del mundo y que, naturalmente, también están ocurriendo en el territorio nacional. En estos procesos, los neurólogos graduados y aquellos aún en entrenamiento (llamados también residentes) pasan a hacerse cargo directamente de pacientes que padecen COVID-19, es decir, parte del personal neurológico de determinado hospital deja temporalmente de atender a pacientes neurológicos y pasa a tratar a personas infectadas por SARS-CoV-2 aun cuando estas no presenten afectaciones del sistema nervioso. Este escenario es ya una realidad en diversos centros hospitalarios de la Ciudad de México.
La segunda vertiente es aquella puramente neurológica, ya que múltiples reportes científicos refieren que los pacientes con la COVID-19 pueden debutar con síntomas a nivel del sistema nervioso o, por otro lado, acompañarse de complicaciones a este mismo nivel. Aún no es del todo claro si estas manifestaciones reflejan, en su mayoría, una afectación directa del SARS-CoV-2 en el sistema nervioso o si, más bien, representan un daño secundario, por ejemplo, debido a la falta de oxigenación que puede formar parte del curso clínico de esta infección. Las observaciones realizadas en las terapias intensivas parecen favorecen esta segunda posibilidad, dado que algunas de las complicaciones descritas en los pacientes más graves con la COVID-19, como la encefalopatía, no son infrecuentes en las personas en estado crítico, independientemente de la causa de su estancia en la terapia intensiva.
A continuación, repasaremos brevemente algunas de las manifestaciones neurológicas que han sido reportadas en el curso de la COVID-19. Los párrafos siguientes mostrarán que el espectro de estos problemas es muy amplio y va desde padecimientos inespecíficos hasta enfermedades particulares en su rareza.
Las infecciones directas de este virus en el sistema nervioso central han sido reportadas en la literatura médica especializada. Sin embargo, al parecer esto es extremadamente inusual y, hasta la fecha, sólo ha sido informado en Asia. Además, no hay que olvidar que la prueba de laboratorio empleada normalmente en el diagnóstico molecular de la COVID-19 no está estandarizada para realizarse en el líquido cefalorraquídeo, que es la muestra biológica que típicamente se requiere durante el estudio de una infección del sistema nervioso.
El primer estudio enfocado específicamente en las manifestaciones neurológicas que pueden presentar los pacientes con la COVID-19 se realizó en China. En este trabajo, los investigadores estudiaron solamente a pacientes hospitalizados y reportaron que más de un tercio de ellos cursaron con algún síntoma o enfermedad neurológica. La variedad de estas manifestaciones fue amplia y, como mencionamos antes, incluyó tanto a padecimientos inespecíficos como el dolor de cabeza hasta complicaciones neurológicas particulares como los infartos cerebrales o las crisis convulsivas.
Otra de las alteraciones neurológicas que también ha sido reportada por múltiples investigadores es la disfunción de los sentidos especiales, específicamente del olfato y el gusto. Estas alteraciones se han descrito incluso en pacientes con síntomas leves, al igual que como manifestación inicial de la infección por SARS-CoV-2. No obstante, esta disminución del sentido olfatorio no es exclusiva de la COVID-19, ya que también ha sido reportada en infecciones por otros coronavirus.
Por otra parte, las manifestaciones cerebrovasculares en los pacientes con la COVID-19 suelen ocurrir en aquellos con mayor edad, gravedad y factores de riesgo cardiovasculares (por ejemplo, diabetes, hipertensión y obesidad). Además, estas enfermedades no están limitadas solamente a los infartos, dado que también se han descrito hemorragias y trombosis venosas.
Por último, otras de las manifestaciones reportadas en los pacientes con esta infección son las polineuropatías agudas que comúnmente se presentan como parálisis. Sin embargo, en este último escenario en particular aún no está claro si el SARS-CoV-2 participa como un detonante de la enfermedad o si, más bien, se trata de una coincidencia, especialmente considerando la frecuencia de la COVID-19 en el panorama actual.
Luego de este breve repaso, es evidente la diversidad de manifestaciones que los pacientes con esta infección pueden presentar a nivel neurológico; algunas podrían interpretarse como coincidencias, otras como complicaciones y, quizá aún menos frecuentemente, algunas podrían traducir la afectación directa de este virus sobre el sistema nervioso. En cualquiera de estos escenarios, es elemental que los neurólogos estemos preparados para atender a estos pacientes con pericia y dedicación.
En nuestro país, la batalla de los médicos en general, y de los neurólogos en particular, aún no concluye, de modo que es momento de redoblar esfuerzos en busca de mejores desenlaces para nuestros pacientes.
En caso de estar interesado en contar con información más precisa acerca de este tema, en el próximo número de la Gaceta Médica de México publicaremos una revisión especializada acerca de las manifestaciones neurológicas en el contexto de la COVID-19.