La Ciudad de México, además de ser una de las urbes más grandes del mundo, es también un lugar lleno de belleza y recursos naturales. De hecho, el 59 % del territorio de la ciudad está considerado como suelo de conservación, lo que equivale a más de 88 mil hectáreas, mismo que es reservorio del 12% de la biodiversidad nacional y el 2% de la biodiversidad mundial.
Además, la ciudad cuenta con 25 Áreas Naturales Protegidas y 7 Áreas Comunitarias de Conservación
Ecológica. Las características físicas y naturales de la Ciudad de México, le permiten posicionarse en ese segmento
con una amplia diversidad de atractivos, servicios y experiencias turísticas de aventura, ecoturismo y turismo rural.
La zona montañosa de la ciudad, además de presentar bellos paisajes y brindar beneficios ambientales, es también uno de los territorios más destacados para el desarrollo del turismo de naturaleza. Sobresale el Parque Nacional Cumbres del Ajusco, un área natural protegida conformada por 920 hectáreas de bosque de coníferas que en su punto más alto alcanza una altura de 3,970 metros sobre el nivel del mar.
Esta área es ideal para practicar deportes de turismo de aventura como el senderismo, montañismo de media montaña (trekking) para alcanzar la Cruz del Marqués, el puntomás alto. También se puede practicar ciclismo y descenso de montaña (downhill) y campismo en las laderas del Parque, u observación de flora y fauna, destacando especies endémicas. Aves: colibrí berilo, zorzal mexicano, carpintero transvolcánico, colibrí opaco, codorniz coluda transvolcánica. Reptiles: camaleón de montaña, lagartija cornuda de montaña, víbora de cascabel. Mamíferos: conejo de volcanes.
Muy cerca de esa zona boscosa, también existe una oferta muy variada de deportes de aventura como el gotcha, campismo, escalada en roca, trail (carreras de campo traviesa en montaña), hospedaje en cabañas y servicios de alimentos de cocina tradicional, como las quesadillas del Ajusco, donde cada fin de semana asisten los visitantes a desayunar.
Otra zona con oferta similar es la de Los Dinamos, una zona que resguarda algunos cuerpos de agua que provienen desde la zona alta de las montañas y donde el visitante puede probar platillos hechos con truchas cultivadas en estanques y diversos servicios de alimentos. Además, se pueden disfrutar de experiencias como rápel, tirolesa, senderismo, cabalgatas, ciclismo de montaña (mountain bike) y hospedaje en cabañas.
Así mismo, por la ciudad cruza el Eje Neovolcánico Transversal, donde destaca el Xitle, volcán de tipo hawaiano, en
las laderas del Ajusco; ahí se pueden realizar actividades como espeleología en las cuevas formadas por lava volcánica solidificada en forma de ríos subterráneos, rápel, y senderismo interpretativo. Actividades que también se pueden realizar en el Volcán Teuhtli, en la Alcaldía Tláhuac.
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Otro recurso importante es la Sierra de Santa Catarina, donde se concentra una serie de volcanes en las Alcaldías Tláhuac e Iztapalapa: los volcanes Yohualixqui, Tetecón, Xaltepec, Guadalupe y Tecuauhtzin. Además del recién inaugurado Parque Yecahuizotl, donde se pueden realizar caminatas, talleres de educación ambiental, observación
sideral y recreación en juegos rústicos y espacios abiertos.
En la zona lacustre de la ciudad, correspondiente a Xochimilco y Tláhuac, se puede encontrar una nutrida oferta de experiencias agroturísticas y gastronómicas, pues, esta zona destaca desde tiempos prehispánicos por ser el centro de producción de legumbres, frutas y hortalizas de la Ciudad de México, gracias al eficiente y sostenible sistema de producción en chinampas, sistema mundialmente reconocido.
En esta zona es posible realizar paseos en embarcaciones tradicionales, como lo son los cayucos, las trajineras y, recientemente, también se ha incorporado la práctica del kayak. El Cerro de la Estrella, es uno de los lugares más destacados en medio de la urbe, pues es uno de los espacios donde los pobladores y visitantes recurren para hacer actividades al aire libre, disfrutar de paseos, visitar su zona arqueológica, explorar sus cuevas e incluso realizar ceremonias para la renovación de ciclos calendáricos como la Ceremonia del Fuego Nuevo, la cual se realiza desde la época prehispánica.
Al norte de la ciudad, se encuentra uno de los principales pulmones urbanos, se trata del Zoológico y Bosque de Aragón, un área de valor ambiental que tiene como objetivo preservar el ecosistema local y en el cual es posible observar aves migratorias por temporada, gracias a sus cuerpos de agua y zona de árboles de pino. Entre otras actividades, también es posible realizar ciclismo, carreras deportivas y algunos deportes urbanos como patinaje, skate boarding y paseos en lancha.
Por último, la Sierra de Guadalupe y el Parque Nacional del Tepeyac, al norte de la ciudad, son parte de un sistema montañoso, donde se realizan actividades como carreras de trail, ciclismo de montaña, observación de flora y fauna y senderismo.
DZ
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