Ajolotes, pinos, magueyes y mariposas monarcas de México son parte de las fuentes de inspiración del artista holandés Jasper de Gelder, en su exposición “Hábitats cambiantes: Mirada a una nueva naturaleza”, la primera que se exhibe en el Pabellón Nacional de la Biodiversidad (PNB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para la muestra colectó plantas, peces e insectos y los mezcló con su trabajo de pintura, generando una particular simbiosis entre texturas y elementos que llenan de vida sus cuadros. Una de las piezas está dedicada al desierto mexicano.
Susana Magallón Puebla, Directora del Instituto de Biología de la UNAM, expresó que es un homenaje realizado por el artista a la rica biodiversidad de nuestro país, además de que forma parte de las colecciones biológicas de nuestra nación que esta entidad universitaria resguarda.
En México se combina una gran cantidad de diferentes tipos de vegetación de ecosistemas, los cuales representan situaciones naturales contrastantes, desde bosques de coníferas en las altas montañas -parecidos a los de Canadá o Siberia- hasta zonas desérticas con vegetación con gran de endemismo, en donde se desarrollan grupos de plantas a nivel de familia que solo se encuentran aquí.
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Además, climas áridos, semiáridos, húmedos, semihúmedos, con vegetaciones arbóreas o rastreras.
En representación del Embajador de los Países Bajos en México y Belice, el agregado cultural Thijs Van der Horst agradeció a la Universidad Nacional recibir la exposición, porque está en perfecta armonía con el ambiente del Pabellón: se puede disfrutar de una mezcla de difusión e investigación científica.
Nos hace reflexionar sobre el cambio climático y en las especies que no pueden migrar o adaptarse, nos permite pensar en un mundo que no es el nuestro. Esperamos que la exposición facilite tomar conciencia sobre la importancia de la conservación de la biodiversidad, destacó.
El objetivo, agregó, es mostrar que, debido a la influencia humana, la naturaleza está expuesta a constantes cambios, lo que puede dar lugar a encuentros inesperados y pone en relieve la adaptabilidad de nuestro entorno y su relevancia.
“Nací en un entorno rural, en una región llena de naturaleza, muy cerca de Rotterdam, donde con ayuda de unos binoculares pude observar aves, ir a pescar y admirar la majestuosidad de la vida acuática. Esto me inspiró a trabajar con peces y mezclar las imágenes con objetos que no se ven usualmente bajo el agua, como frutos de pinos, flores de colores, mariposas, etcétera”, comentó el artista.
Para inspirarse visitó la estación de investigación de la UNAM en Los Tuxtlas, Veracruz, donde tomó fotos e investigó su flora y fauna. Vivió la sensación de la selva: el calor constante, la humedad, así como los sonidos y olores que lo dejaron impresionado.
Posteriormente, recorrió el Parque Nacional Cumbres Ajusco, donde llamó su atención la diferencia de altura con la Ciudad de México, al igual que la flora y fauna.
“Hábitats cambiantes: Mirada a una nueva naturaleza” está disponible para el público en general en el Pabellón Nacional de la Biodiversidad, de la UNAM, ubicado en la Zona Cultural de Ciudad Universitaria. El acceso es libre, de martes a domingo, de 10:00 a 16:00 horas.
Cabe recordar que esta muestra fue inaugurada originalmente en el Museo de Historia Natural de Rotterdam (Holanda). En 13 cuadros presentó la naturaleza como un recurso invaluable que brinda belleza y tiene una capacidad de adaptación impresionante.
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