DiariodelaCiudad.mx.- La informalidad del comercio y el turismo masivo en el Centro Histórico de la Ciudad de México ha provocado un cambio de ocupación social de los edificios legendarios, por lo que es indispensable, preservar su valor cultural y económico sin dañar a la población que habita en la zona, afirmó María Guadalupe Valiñas Varela, investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Así mismo ha indicado la especialista que la zona atraviesa por un proceso de gentrificación, es decir, un cambio del espacio de los edificios históricos que al rehabilitarse son ocupados por la élite que tiene el poder económico y desplaza a las comunidades originales, provocando ruptura social.
Al dictar la conferencia “Gentrificación, aspectos culturales y económicos en el Centro Histórico de la Ciudad de México”, Valiñas Varela detalló que esta zona se conforma de cuatro cuadrantes: Atzacoalco, Moyotla, Cuepopan y Zoquipan, cuya ubicación es privilegiada desde la época de la conquista en el aspecto cultural y económico.
Sin embargo, también es una zona en disputa por el comercio informal y pese a que las autoridades locales buscaron su “higienización”, esto provocó confrontaciones sociales que cambiaron algunos espacios cuando los inmuebles fueron rescatados, ya que algunas construcciones se convirtieron en hoteles o restaurantes, agregó durante el Simposium Internacional sobre Patrimonio, turismo y sostenibilidad: un enfoque desde el paisaje productivo.
La también integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) recordó que en La Merced se aplicó un plan de rescate integral que ha sido objeto de protestas por parte de los locatarios, quienes han sido desplazados de su lugar de origen.
Ante esta situación, es indispensable resolver el problema de empleo y pobreza de la zona para que haya un equilibrio social. El turismo cultural trae consigo beneficios, pero en el Centro Histórico de la capital del país se realiza una elitización intencionada, agregó.
Cabe mencionar que la gentrificación (elitización) se refiere al cambio de ocupación del espacio, por la oferta (cuando los habitantes quieren salir de ese entorno) y demanda (se relaciona con el aspecto cultural) de los espacios históricos cuando éstos son rehabilitados.