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- Reconociendo su valor en el canon literario y su impacto en las nuevas generaciones
MundoDeHoy.com .- En el marco del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que se conmemora cada 2 de abril, la académica de la Facultad de Filosofía y Letras, Anel Pérez Martínez, subraya la importancia de reconocer la literatura infantil y juvenil como un objeto de estudio serio. Este reconocimiento es esencial para reivindicar su valor dentro del canon literario y en la educación formal.
Anel Pérez, quien se dedica al estudio y fomento de la literatura para niños y jóvenes, enfatiza que: “La literatura infantil y juvenil no es un género menor ni un simple pasatiempo. Es una herramienta poderosa para la formación de ciudadanos críticos y sensibles, capaces de imaginar futuros distintos y construir sociedades más justas”.
La académica destaca que en la UNAM y otras instituciones académicas existe la responsabilidad de impulsar el estudio, difusión y presencia de la literatura en las aulas. La lectura es un derecho que debe garantizarse para que todas las infancias y juventudes tengan acceso a libros que los hagan soñar, pensar y actuar en su mundo.
En una época dominada por el consumo de contenidos digitales fragmentados, Pérez Martínez señala que la práctica lectora es un espacio vital para la reflexión y el desarrollo de la empatía. “No se trata solo de fomentar el gusto por la lectura, sino de garantizar que las infancias y juventudes tengan acceso a textos de calidad que les permitan cuestionar el mundo y a sí mismos”.
Contribuciones de la Comunidad Literaria
La académica resalta la rica y potente comunidad en México de editores, ilustradores, autores y mediadores de lectura que han contribuido significativamente a la construcción de imaginarios en las nuevas generaciones. Nombres destacados incluyen a Daniel Goldin, Adolfo Córdova, María Baranda, Francisco Hinojosa, Mónica Brozon, Toño Malpica, Jaime Alfonso Sandoval, Gabriel Pacheco, Juan Gedovius, Valeria Gallo, Israel Barrón y Amanda Mijangos.
Anel Pérez menciona que la Biblioteca Nacional de México resguarda publicaciones del siglo XIX y XX que son patrimonio bibliográfico importante para la literatura infantil, como la Biblioteca del Niño Mexicano y la Biblioteca de Chapulín.
Según el INEGI, hasta 2021, solo el 36.9% de la población alfabetizada de 18 años y más recibió lecturas en su infancia. Además, las ediciones de libros infantiles se posicionaron como la tercera temática con mayor venta, representando el 16% del volumen vendido en 2022-2023, según la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM).
La celebración del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil fue propuesta en 1966 por la escritora alemana Jella Lepman, en conmemoración del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen (1805-1875).
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